Sábado 16 de Abril del 2016, una noche
poco habitual, en la siempre “poco movida” ciudad de Montevideo. Sábado
posterior a inclemencias climáticas cuasi HISTÓRICAS, hablamos de tornados,
inundaciones y hasta suspensión del fútbol local... varias cosas pasaron en
realidad. Pero voy a centrarme en tan solo una de ellas, en un simple toque de ROCK
`N ROLL. En ese MISMÍSIMO sábado por la noche, se presentó una de las bandas
más interesantes que he visto en estos últimos tiempos. Una banda que no tiene
muchos similares en nuestra escena local (quizá sí en ese lado del charco, pero
acá NO) ni mucho más. La banda que les traigo hoy se llama
“HIJO AGRIO”.
Primero lo primero, vayamos por partes,
dijo “Jack” aseguran por ahí, no es cierto? “Ambientémonos” según las
circunstancias del caso, sábado horrible con lloviznas y temperaturas ya poco
veraniegas. Una de esas noches en las que estás tirado en tu sillón con ganas
de nada y viendo en la PC la última repetición del final de temporada de Game
of Thrones temporada 2... o peor aún, viendo los mejores TOP 10 en youtube, en
pocas palabras se te caía la bolsa escrotal al piso con solo PENSAR en salir.
Ahí de repente se te viene la luz a la cabeza en que tenías un “pequeñín” pero
muy buen espectáculo para ver! CLA, tocan “Los Hijos” papá! Ni tonto ni
perezoso me armé de coraje, casé el vino en caja que tenía en la heladera y
como con un cohete en el rosquete me mandé. Como si fuera casualidad, “El Toto”
(mi amigo rasta que hizo su primer aparición en la columna anterior de Soulfly)
se prendió como “garrapata” para ir hasta ahí. Acompañados del vino y una
cervecita fuimos calentando motores. Mientras yo verificaba la batería de mi
cámara, por si estaba pronta para tirar algunos “flashes” para poder
compartirlo con uds., nos íbamos encontrando con más gente de la movida. Bien, llegamos al
“Solitario Juan”, lugar en donde se daba la cita, bastante gente en la puerta
para el clima que había, demostrando las ganas que tenía la “banda” de ver un
buen espectáculo. La gente que se arrimó, son los típicos “parroquianos” que
los siguen a donde toque (porque vale la pena verla) sin poner “peros”.
Este bar es adecuado para éste tipo de
shows ya que es de pequeñas dimensiones y así preserva ese “NO SE QUE” de
intimidad y mística que siempre se emana…
Arrancó el show, con un Darvin
(vocalista) exuberante con su viola y su gran cantidad de pedaleras que hacen
que uno se pregunte “¿para que carajo es todo eso, bo?”, pero todo tiene un
GRAN porque, cla! A medida que iba avanzando el toque, cada vez se veía y
sentía esa energía mística emanada por esa psicodelia con mezcla de grunge y
hasta alternativo. No era posible de mantener la cabeza y cuerpo quietos ya que
éramos una ola de gente agitando con los riffs que estos pibes largaban. Una
psicodelia urbana que pocas veces se te conectan a la saviola, es como sentirte
“enchufado” a un 220V directo al cerebro, pudiendo registrar todo lo que está
sonando y pasando, porque parecen desprolijos pero no los son en lo absoluto...
saben lo que hacen y saben como hacértelo llegar, son una máquina demoledora de
rock y actitud sobre el escenario. Como sospecharan, al término de su
repertorio, la gente pidió “más... MÁS!” (incluido yo) haciendo que no pudieran
dejar a su público con hambre y sed de lo que estaba pasando ahí mismo.
Encajaron unos cuantos “BIS” hasta que no dieron y dimos más.
La verdad que voy a seguir a esta banda
lo más que pueda, porque no solo se vive del Metal o Punk, de la “violencia” o
de “disconformidad”, también se puede vivir y saborear del arte abstracto que
pueden hacer 3 pibes de barrio como vos o yo, SIMPLEMENTE se puede convivir con
todo lo que se llama Rock n Roll y ESO es lo que lo hace más fantástico y
porqué no... místico?
NOTA y FOTOS: Arcano XIII
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