lunes, 9 de mayo de 2016

NEW YORK DOLLS: Un Fin Previsible




En esta edicion, la ultima de 1974, se despedia el año con bromas sobre la muerte de Brian Jones, la lapidacion y sufrimiento de un show en vivo por parte de Joe Cocker y se comentaba del creciente y misterioso emigro de muchos musicos hacia el exterior… entre esas y otras novedades mas, todas bajo la pluma anónima del personal de Revista Pelo en cada nota, tambien se incluyo una mencion “especial” (la noticia del mes) sobre la separacion de los New York Dolls…






NEW YORK DOLLS: UN FIN PREVISIBLE

Muchos habian predicho el pronto final de un grupo q nacio mas recostado en la promocion q en sus propios valores musicales o, al menos, escenicos. Sin embargo, en gran cantidad de oportunidades los pronosticos agoreros responden a determinados intereses jugados en la contrapartida de lo q denigran.  Es probable q en los comienzos haya ocurrido eso con este grupo de travestis, con estas “muñecas de Nueva York”.

De todos modos, ellos no han fracasado como musicos: siguen siendo tan malos y desprovistos de talento como al principio. Lo q fallo, sin duda, es el aparato promocional q tenian alrededor y q fue, en un primer momento, la clave de su éxito en Estados Unidos.

La cosa empezo a desmoronarse cuando realizaron su primera gira por Europa. Ingleses, alemanes y franceses saben algo de rock: un bocon q imita a Mick Jagger no los iba a convencer. Para colmo, durante el tour, Bill Murcia, baterista del grupo, murio misteriosamente y no se dieron posteriores explicaciones. Una segunda gira, mucho mas organizada, fue utilizada por la critica britanica, regidora de toda la opinion rockera de Europa, para masacrarlos.

Musicalmente no funcionaban. Solo quedaba lo escenico, algo q Alice Cooper había explotado mejor, y un travestismo mas sobreactuado q practicaron los New York Dolls.

Ahora, los q estaban a favor del grupo como solido oponente al poderoso movimiento gay lanzado en Inglaterra a partir del verdaderamente talentoso David Bowie.

El casi emulo de bowie, el norteamericano Todd Rundgren, a pesar de ocuparse de la produccion del primer album del grupo no pudo sacarlos de su mediocridad. Y eso q Todd se especializa en revitalizar mediocres: caso Grand Funk.

El segundo album, a pesar de algunas ventas mejores en determinados paises, volvió a sucumbir. No basto q sus productores sacaran la foto de la portada en uno de los clubes prestigiados alguna vez por el recuerdo de los Beatles q habían tocado alli: el Star Club de Berlin.

Ellos siguieron con toda la musica, pero sus agentes de prensa no llegaron a tiempo para explicar (o hacer entender, como fuere) a la parte del publico q no los aceptaba, q propuesta tenian los New York Dolls ademas del maquillaje.
Los acontecimientos se precipitaron, el escaso éxito del simple “Stranded in the jungle” (un hit de los años `50 grabado por el grupo the Cadets), se sumo al definitivo bochorno del mas reciente: “Great Big Kiss”. Fue el beso de la muerte. Hasta alli llegaron los q pusieron los millones de dolares para sostener a David Johansen (canto), Johnny Thunders (guitarrista), Sylvain Sylvain (ritmica), Killer Kane (bajista) y Jerry Nolan (baterista).

Es posible q, a pesar del anuncio de separacion, vuelvan dentro de algunos meses con otros integrantes, porque quizas otros productores economicos quieran inyectar algo mas de dinero para usufructuar los resabios de publicidad: pero la historia sera la misma.

NOTA: Revista PELO - Nro 55 (Diciembre ´74)

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